Mochila “granola” de Pecarí (Ciudad Vieja, Punta Carretas y Carrasco, Montevideo)

 

Tengo vasta experiencia en mochilas, son excelentes para los ciclistas (voy a trabajar en bici) y también para los viajes porque permiten tener brazos y manos en total libertad. Además, las mochilas aportan un toque moderno, ligero y juvenil. He tenido muchísimas y siempre estoy dispuesta a contar con una nueva entre mis accesorios.

La última que me regalaron es Pecarí Cueros,  de suela negra, con pespuntes en blanco y detalles en cuero marrón. Tiene una capacidad impresionante, cabe todo lo necesario para ir a trabajar, por ejemplo: la computadora portátil con su cargador, la billetera, una pequeña cartuchera, una libretita, las llaves y el celular.

La mochila es, entonces, bastante grande, sin ser enorme. Es fuerte, pero elegante. Afuera tiene un bolsillo que es casi decorativo y adentro dos: uno abierto para el celular (adelante) y otro cerrado sobre el fondo. En la parte superior tiene, a cada lado, un botón a presión a modo de fuelle. Si se necesita ampliarla, se abren. Cuando están cerrados, la mochila es más estilizada porque se asemeja a una pirámide de punta chata. Cierra con una tapa y un botón a presión que nunca se abre.

Las correas, ajustables, son del ancho ideal para sostener la mochila sin lastimar la espalda. En las características de la mochila “granola” se nota investigación y un corte de muy buena calidad, además de nobles materiales; es que los productos Pecarí son así, muy recomendables.

 

En la sección “productos y servicios” de este blog presento descripciones de elementos que uso y que me gustan mucho, aunque quizás aparezca alguno con características de otra índole, también (si es que amerita decir por qué no vale la pena). Las reseñas están centradas en las razones por las que me siento identificada con el producto o servicio. De esta manera, procuro no caer en las descripciones clásicas e impersonales tan habituales en las reseñas de catálogos y tiendas en línea.